2025 Go Red for Women, Clase de Sobrevivientes: Molly McGuire

La siguiente es la historia de Molly y no es una recomendaci贸n ni un diagn贸stico. Las historias se editaron para resumirlas.

El embarazo de Molly McGuire se complic贸 r谩pidamente en el tercer trimestre. Las graves complicaciones cobraron la vida de su beb茅 y casi la matan a ella tambi茅n. Quiere que otros busquen obtener la atenci贸n que merecen.

A los 30聽a帽os, Molly McGuire sinti贸 la presi贸n de su reloj biol贸gico. Se reuni贸 con su novio de la secundaria y ambos quer铆an un beb茅. Con la ayuda de la medicina de fertilidad, la pareja pronto estaba esperando un beb茅. Aunque hubo algunos contratiempos al principio, Molly se sent铆a sana.

Luego, lleg贸 el tercer trimestre.

鈥淟as cosas empezaron a complicarse r谩pidamente鈥, dijo Molly.

A las 33聽semanas de embarazo, la mujer de un peque帽o pueblo de Indiana not贸 mucha hinchaz贸n. En una foto familiar de Navidad, los ojos de Molly estaban tan hinchados que parec铆a como si la hubiera picado una abeja.

Molly tambi茅n ten铆a dolor de cabeza y llam贸 al m茅dico; le dijeron que la hinchaz贸n era normal dado su estado. Sinti贸 que la estaban postergando hasta despu茅s de las festividades.

Molly revis贸 libros sobre embarazo e investig贸 sus s铆ntomas. Llam贸 nuevamente al m茅dico e incluso le mencion贸 la posibilidad de que se tratara de preeclampsia. Esta complicaci贸n del embarazo, caracterizada por presi贸n arterial alta, prote铆nas en la orina y, a veces, hinchaz贸n, puede tener consecuencias graves e incluso fatales tanto para la madre como para el beb茅. A Molly le dijeron que probablemente ten铆a gripe, que estaba circulando en el entorno.

Una noche, Molly sinti贸 un dolor de cabeza tan intenso que no pod铆a dejar de vomitar. Llam贸 nuevamente al m茅dico, le coment贸 sobre un dolor repentino en el costado derecho y le dijo que no sent铆a a su beb茅 moverse.

鈥淢e dijeron, 鈥楾煤 est谩s m谩s grande. El beb茅 est谩 m谩s grande. Ya no queda mucho espacio all铆. Los beb茅s grandes no se mueven mucho鈥欌, cont贸 Molly, que ten铆a sobrepeso al comienzo de su embarazo.

Al final consigui贸 una cita. El equipo de cuidados de salud no le hizo un hisopado para detectar la gripe ni verific贸 la frecuencia card铆aca fetal, pero le controlaron la presi贸n arterial y le extrajeron una muestra de sangre.

El instinto de Molly le dec铆a que algo no estaba bien. Cuando sali贸 de la consulta, vio la sala de urgencias del hospital, pero en lugar de buscar m谩s ayuda, decidi贸 irse a casa y acostarse con las piernas en alto, como le hab铆an dicho.

A la ma帽ana siguiente, fue a trabajar y tambi茅n asisti贸 a una clase sobre diabetes gestacional, enfermedad que desarroll贸 durante el embarazo. La instructora enumer贸 10聽signos y s铆ntomas de gran preocupaci贸n durante cualquier embarazo.

鈥淩omp铆 en llanto y dije 鈥楲os estoy padeciendo todos en este momento鈥欌, cont贸 Molly. 鈥淵 entonces le dije, 鈥楬ace d铆as que no siento moverse a mi beb茅鈥欌.

La instructora y otra mujer conectaron a Molly a un monitor de frecuencia card铆aca fetal.

Un m茅dico del hospital donde se impart铆a la clase realiz贸 una ecograf铆a y le dijo a Molly que su beb茅 no ten铆a latido. Llam贸 al obstetra de Molly y le dijo que el beb茅 hab铆a muerto y que la presi贸n arterial de Molly estaba a nivel de un ataque o derrame cerebral. Molly se pregunt贸 por qu茅 no hab铆a buscado una segunda opini贸n.

Le indicaron a la pareja que acudiera a la consulta del obstetra. Cuando los llamaron a la sala, Molly vio las palabras 鈥渕uerte fetal鈥 en letras grandes en su historia cl铆nica. Llegaron los resultados de los an谩lisis de sangre en los que se indicaba que Molly ten铆a preeclampsia grave. De hecho, la afecci贸n de Molly se hab铆a transformado en s铆ndrome HELLP, una complicaci贸n del embarazo potencialmente mortal que conlleva la destrucci贸n de gl贸bulos rojos, la elevaci贸n de las enzimas hep谩ticas y un recuento bajo de plaquetas. La ten铆a que hospitalizar inmediatamente para dar a luz al beb茅 que hab铆a llamado Michael.

Los m茅dicos le dijeron a la familia de Molly que probablemente no sobrevivir铆a aquel d铆a de enero del 2009. El m茅dico que le dio la devastadora noticia sobre Michael le dijo m谩s tarde a Molly que no esperaba volver a verla. Le dijo que estaba tan cerca de sufrir un ataque o derrame cerebral o un ataque epil茅ptico que, si sobreviv铆a, podr铆a pasar el resto de sus d铆as en una residencia de cuidados m茅dicos.

鈥淭engo suerte de estar viva鈥, afirm贸 Molly. 鈥淣o creo que los m茅dicos que me atendieron fueran malos en su trabajo, pero s铆 creo que tomaron algunas malas decisiones con respecto a mi atenci贸n, y espero que hayan aprendido鈥.

Molly, que ahora tiene 46聽a帽os, y su entonces pareja tuvieron dos hijas, que ahora son adolescentes. Comparte su historia con la esperanza de que otros tomen las riendas de su salud.

鈥淪ab铆a que algo estaba mal, pero nadie escuch贸 mis inquietudes鈥, dijo. 鈥淐onoces tu cuerpo mejor que nadie. Aboga por ti mismo y no tengas miedo de pedir una segunda o incluso una tercera opini贸n鈥.

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